miércoles, 8 de mayo de 2013

De las librerías

Ayer leía un artículo sobre la idea de actualizar las librerías incorporando venta de digitales, códigos del cuadraditosacafototecuentotó, y las posibilidades de revisar comentarios sobre el producto en el lugar. Tales ideas afirmando que los pobres locales se ven afectados ya que la gente prefiere primero informarse de lo que le "tinca" para luego comprarlo a través de internet.
Claro, aquellos sofisticados planes van dirigidos de un mercado existente como el español, que tiene las posibilidades de digievolucionar en una materia que para nosotros es bastante desconocida. 
Aún y así y pasando sin más esta relevante cuestión, me cuestiono igual tan increíble idea porque solo habla de las grandes cadenas de librerías, olvidándose de una importante cantidad de pequeñas y esforzadas que buscan ese hermoso ambiente acogedor y familiar, que reserva sus espacios para que los clientes puedan ir y descubrir títulos con confianza mientras hojean y consultan a sus vendedores (que sí saben del tema) y donde en definitiva, da gusto comprar. Creo entonces, que el problema de la no compra en el lugar físico no va por el tema digital, sino por la situación típica del comercio actual. No dan ganas de ir a comprar donde un robot solo sabe darte el precio de un producto, vendértelo y darte las gracias con el sagrado "vuelva pronto". Y no. Un código de mierda no es suficiente, que para eso todo el mundo anda con sus celulares de última generación donde fácilmente pueden buscar información del título.

Para la comedia, hay una librería en mi ciudad con tanto de librería, que los títulos están casi pegados a la pared y son intocables (solo les falta el cartel). Cada vez que paso solo la miro por fuera y con cierto asco, lo cual me da pena.

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